viernes, 31 de enero de 2014

La Gran Miseria Humana

Una noche de misterio Estando el mundo dormido Buscando un amor perdido Pase por el cementerio. Desde su azul hemisferio La luna su luz ponía Sobre la muralla fría De la necrópolis santa En donde a los muertos canta El búho su triste elegía
La luna sus limpideces A las tumbas ofrecía Y pulsaba el aura umbría El arpa de los cipreses. Y aquellas lobregueces De mi corazón hermanas Me inspiraron, y con ganas De interrogar a la parca Entré a la glacial comarca De las miserias humanas.
Acompañado del cierzo Los difuntos visité Y en cada tumba dejé Una lágrima y un verso. Estaba allí de perverso Entre seres no ofensivos Fui a perturbar los cautivos En los sepulcros desiertos Me fui a buscar a los muertos Por tener miedo a los vivos.
La noche estaba muy bella Y el aire muy sonoro Y una dalia de oro Semejaba cada estrella. Y la brisa sin querella Por ser voluble y ser vana En esa mansión arcana Corría llena de embelesos Poniendo sus frescos besos En la gran miseria humana.
La luna seguía brillando En el azul de los cielos Y las nubes con sus velos Sin miedo la iban tapando Y en procesiones pasando Por la inmensidad secreta Iban.. y la brisa inquieta Retozaba en el sauz Que emperlaba con su luz Diana la novia del poeta.
La luna, que Diana es En aquella hermosa noche Se abría como el áureo broche De una flor de esplendidez Sentí vacilar mis pies En tan lúgubre mansión Y me senté en un panteón Con la lira en una mano Y como un revuelto oceano Temblaba mi corazón
Bajo de un ciprés sombrío Y verde cual la esperanza Con su fúnebre asechanza Estaba un cráneo vacío. Y sentí pavor y frío Al mirar la calavera Pareciéndome en su esfera De que se reía de mi Y yo de ella me reí Viéndola calva y tan fiera.
Dime humana calavera ¿Que se hizo la carne aquella Que te dio hermosura bella Cual lirio de primavera? ¿Que se hizo tu cabellera Tan frágil y tan liviana Dorada cual la mañana De la aurora al nacimiento? ¿Que se hizo tu pensamiento? Responde Miseria Humana.
Calavera sin pasiones Di que se hicieron tus ojos Con que mataste de hinojos A idílicos corazones. Que represos de ilusiones Te amaron con soberana Pasión que no era villana En esas horas tranquilas ¿Que se hucieron tus pupilas? Contesta miseria humana
Aquí donde no hay tropel Calavera sin resabios Di que se hicieron tus labios Tan rojos como un clavel. Y dulces como la miel De la campiña romana Esos tus labios de grana Llenos de pasión mentida ¿Que se hicieron en la vida? Responde Miseria humana.
Calavera a quien feliz Besa la luna de plata Di porque te encuentras ñata Si era larga tu nariz. ¿Donde esta la masa gris De tu cerebro pensante? ¿Donde está el bello semblante Y tu mejilla rosada Que a besos en noche helada Quiso comerse un amante?
Aquí donde todo es calma Contesta cráneo vacío ¿Que se hizo tu poderío Que fue el placer de tu alma? ¿Que fue de la aurina palma Que te dio el amor un día Tu altivez tu bizarría Tus sonrisas que mintieron Dime, dime, que se hicieron? Oh calavera sombría
A mis interrogaciones El cráneo blanco callaba Mientras la luna alumbraba Sarcófagos y panteones. Y dije sin aflicciones Si eres el cráneo de aquella Que en la vida sin querella Me despreció con desdén Despréciame ahora también Eclipsa otra vez mi estrella.
Estamos en la mansión De la austera realidad ¿Que se hizo la livuandad Que tenía tu corazón? ¿No resoondes? Mudos son Tus labios, que pronunciaron Cosas que ya se tornaron En palidas flores muertas Cosas que no siendo ciertas A mi pobre alma mataron.
Aquí en esta soledad Que solo cruza el cocuyo Dime ¿Que se hizo tu orgullo Tu amor y tu vanidad? ¿Que se hizo tu potestad De persona soberana Y mentirosa y galana Que ostentó tanta belleza Que se hizo tu grandeza? Responde Miseria Humana
Vanidad de vanidades Solamente son tus galas Oh mariposa sin alas Llora si, tus liviandades. Las áticas realidades Te circundan con profundo Marasmo, donde infecundo Es el amor que ilumina Aquí es donde se termina Las vanidades del mundo.
Aquí en este campo santo Se terminan los amores Las alegrías, los dolores El poderío y el encanto. Secan los ojos el llanto Y el mundo vivo suspira Aquí no llega la ira De la muchedumbre inquieta Aquí se termina el poeta Y se enmudece la lira.
En este mundo idealista De egoísmo y de censura Tan solo la sepultura Es la que no es egoista. Ella recibe humanista Al santo y al condenado Al pobre, al acaudalado Al perverso, al bueno al caco Al honrado, al gordo, al flaco Al bruto y al ilustrado
Al rodar del ataúd En la hueca sepultura Se igualan en línea oscura El crimen y la virtud. Y en eterna lacitud Queda todo movimiento Lanza gemidos el viento Y la soledad aterra Y ruedan sobre la tierra Los cráneos sin pensamiento
Aquí en este triste Erial Donde sucumbir es ley El esqueleto de un rey Al de un esclavo es igual. Aquí al toque funeral De la sonora campana Queda la cabeza cana Como la de un negro pelo Y ñata dando recelo Es la calavera humana.
Aquí en este entristecido Y lúgubre camposanto Termina del vate el encanto Y del músico el sonido Del pintor el colorido Y de su cerebro el foco Se consume sin sofoco Y solo queda el recuerdo Aquí tanto vale un cuerdo Como lo que vale un loco.
Todo corazón se aterra Al llegar a esta mansión Viendo clavar el cajón Que se comerá la tierra Cuanddo una tumba se cierra El alma gime asustada Y esa humana bandada Que a otro viene a sepultar Mañana en este lugar Será polvo y será nada.
En esta mansión glacial donde lo fatuo refleja Se pudre la carne vieja como la carne jovial aquí el necio se hace igual al urbano de ilustrada sociedad civilizada; y aquí la odiosa riqueza es igual a la pobreza todo aquí es polvo es nada.
Y dijo la calavera: Aquí en este camposanto se perdió todo mi encanto con que vanidosa era se acabó mi cabellera que un tiempo fue enflorada y mi mejilla rosada como gasa de arrebol mis ojos que envidió el sol aquí se volvieron nada.
Tan solo el dolor es fuerte la vida es vano capullo yo vi acabarse mi orgullo bajo el peso de la muerte. Ya todo es materia inerte y aquí en este lugar se tiene que terminar el genio que esplendor tiene y melancólico viene las tumbas a visitar.
Llorar en estos desiertos es una cosa muy vaga porque el llanto nada apaga ni resucita a los muertos que de paños recubiertos están en la loza fría aquí en un tétrico día cae el que peca, el que no peca así haciendo horrible mueca la calavera decía.
Aquí está la gran verdad que sobre el orgullo pesa aquí la gentil belleza es igual a la fealdad aquí acaba la maldad y la bondad apreciada aquí la mujer casada es igual a la soltera me decía la calavera con una voz apagada.
Yo soy el cráneo de aquella a quien le cantaste un día poemas que no merecía porque no era así tan bella. como la primera estrella del oriente al tulipán a quien las auroras dan el rocío que se deslíe aquí el que de mi se ríe de él mañana se reirán.
Yo escuchando aquella cosa y lleno de horrible espanto salí de aquel camposanto como fugaz mariposa la luna pura y radiosa vertía su lumbre fugaz y la calavera audaz dijo al mirarme correr Aquí tienes que volver y calavera serás.
Ante razón tan sentida sentí por el cuerpo mío un extraño escalofrío casi perdiendo la vida. con el alma entristecida llegué a mi celda cristiana meditando que mañana por firme ley de la parca debo habitar la comarca de La Gran Miseria Humana.
Autor: Gabriel Escorcia Gravini "El Poeta Cantor de la Muerte" Soledad-Atlántico

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